gomezCosecha Roja-. El 26 de julio de 2012, Carlos “Tyson” Gómez Cortés, de 27 años, apuñaló 14 veces a Marcelo Tur en su casa de Guaymallén, Mendoza. Tur, un agente inmobiliario mendocino, acababa de cobrar una gran cantidad de dinero por la venta de una casa. Homicidio criminis causa: matar para esconder otro delito. Esa fue la figura con la que juzgaron al taxiboy. Antes de matarlo, le robó el celular y algo de plata.

Sólo se llevó entre dos y tres mil pesos en efectivo de los muebles de la casa. Buscaba el dinero de la venta de la propiedad, pero nunca lo encontró. Carlos Gómez había contactado a Tur en una página web de contenido sexual, para acordar un encuentro íntimo.

Dos meses antes del crimen, Gómez Cortés había salido de la cárcel después de 10 años. Tenía antecedentes de robo y abuso sexual. En su declaración en el juicio oral, dijo que era cierto que había estado en la casa de Marcelo Tur, pero sólo para realizar un trabajo de albañilería. Y se justificó diciendo que esa noche habían entrado dos personas a la casa del agente inmobiliario y se habían escapado.

Pero en el juicio quedó acreditado que Gómez fue la única persona que estuvo en la casa de Tur cuando lo mataron. Para la fiscal, las dos declaraciones que hizo el asesino fueron contradictorias, sosteniendo en una de ellas que la pareja del hombre asesinado estaba en el lugar, cuando éste se encontraba en San Rafael, a casi tres horas de Guaymallén.

Los elementos que llevaron a la cadena perpetua a Gómez fueron: las huellas dactilares con sangre que encontraron en la casa de Tur los investigadores de la Policía Científica y que, al ser cotejadas por el sistema AFIS, dieron como resultado que le pertenecían al taxiboy; el celular de la víctima, que fue encontrado en un allanamiento en manos de un vecino de “Tyson” que luego declararía que la pareja del hombre se lo había vendido.

También fue determinante la declaración del cuñado de “Tyson”: dijo que lo vio ensangrentado la misma noche en que se produjo el crimen y que prendieron fuego esa ropa para hacer desaparecer todo rastro que pudiera comprometerlo en el hecho. Además contó que Gómez sabía que Tur había vendido una propiedad y guardaba el dinero en su casa.

Y un testigo dijo que esa madrugada vio salir a una sola persona de la casa. Las características que dio eran similares a las Gómez.

El asesinato fue en la madrugada. Al mediodía, la hermana del agente inmobiliario llamó. Como no atendía, fue a verlo. Cuando llegó, vio el auto mal estacionado y se preocupó. Sabía que la pareja de su hermano no estaba en la ciudad. Llamó al 911. La policía volteó la puerta y encontró todo desordenado y manchado. Marcelo Tur había sido arrastrado desde el comedor, y estaba muerto en el baño.

(Con información del Diario Los Andes, Mendoza)