violencia de género dibujo

Cosecha Roja.-

Los golpes del padrastro dejaron inconsciente al bebé de 11 meses, que está internado en el Hospital de Niños de La Plata. Los médicos diagnosticaron un traumatismo de cráneo y varias fracturas ya soldadas en las piernas. La mamá dijo que había sido un accidente pero como el relato no coincidía con las lesiones que tenía el hijo, quedó detenida junto a la pareja. Ambos declararon en la fiscalía de Brandsen y a ella la liberaron. No es el primer caso: en junio Agustín murió por los golpes del padrastro y una semana después la pareja de Celina Benítez mató a su hija de dos años. El año pasado 29 niños y niñas fueron víctimas de femicidas que quisieron hacer sufrir a las madres.

El bebé de once meses llegó al hospital de La Plata el domingo, lo derivaron desde un centro asistencial de Brandsen, en la provincia de Buenos Aires. Tiene pronóstico reservado y está con respiración asistida. Los médicos hicieron la denuncia y la pareja fue a declarar. El relato no tenía relación con las heridas en el cuerpo. El fiscal penal Mariano Sibuet acusó al hombre de haber golpeado al bebé y quedó detenido por “homicidio calificado en grado de tentativa”. La causa está a cargo de Pablo Raele, titular del juzgado de Garantías N°3 de La Plata.

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Hace poco más de un mes Celina dejó a su hija de dos años al cuidado del padrastro para ir a su trabajo como empleada doméstica. Cuando volvió a la casa de Villa Astolfi (Pilar) la niña se desvaneció en sus brazos y murió: tenía marcas de golpes, mordeduras, quemaduras y abuso sexual. El hombre intentó fugarse pero fue detenido. Días después se ahorcó en la celda de la comisaría de San Martín.

La semana anterior del femicidio de la hija de Celina pasó algo similar en Flores. Ella salió a trabajar y dejó a sus hijos de 5 y 8 años bajo el cuidado de su pareja. La niña vio cómo él le pegaba a su hermanito menor Agustín, que murió horas después en el Hospital Piñero.

Lucas Dogliotti volvió a golpear a Mayra, la mamá de Mía en julio del año pasado. La agarró mientras la bebé lloraba, la hizo desnudar, la tiró al piso, la golpeó con un palo y la pateó. Le reprochaba que no callaba el llanto de su hija. Como Mía no paraba Lucas la agarró de los tobillos y la metió de cabeza en el agua del lavarropas varias veces. La última le dejó sumergida durante un minuto y medio. La nena terminó internada en el hospital.

En 2013, Alejandro Fernández le pegó a Yanina González por última vez. Después golpeó a Lulú – la hija de ella con una pareja anterior- las encerró a las dos y se acostaron. Yanina tenía 23 años, seis meses de embarazo y un retraso madurativo. Esa noche no pudo dormir, notaba que su beba no era la de siempre. El sábado a la mañana, cuando él se fue de la casa, ella se escapó, pidió prestada una SUBE y fue al centro comunitario Gallo Rojo. Nadie notó que Lulú estaba tan mal, pero sí que estaba decaída. A los pocos días, la niña murió en el hospital.

Según datos de la Asociación Casa del Encuentro, desde 2008 hasta 2014 suman 163 los asesinatos de personas del entorno de las mujeres con el objetivo de castigarlas.

Ilustración: Kit Kitsch / Infojus Noticias

[Nota publicada el 24/7/2015]